¡ Ya estan aquí...

Las elecciones! Han aterrizado en la facultad de ciencias de la información, lo harán en el rectorado de la Autónoma, y solo el tiempo nos salva de que lo hagan en todo el país.
Y aprovechando la coyuntura amiguitos, se nos recuerda lo poco militantes que somos, lo poco que nos interesa nada. Lo huecos y vacíos que estamos. Ante cualquier amenaza electoral, el ciudadano medio (donde quiera que esté) suele analizar las candidaturas y en el mejor de los casos reflexiona y vota. Pero no se implica.
El ciudadano ve tertulias, consume informativos, incluso lee prensa. De la misma manera que descarga música, consume información y entretenimiento o ve porno. A veces tiene interesantes debates absurdos frente al informativo de Matías. Pero eso es todo. Este es el hombre que mira, que absorbe lo que le echen, pero nunca crea. No escribe, no pinta, no piensa. Se traga los mítines políticos, la publicidad de la campaña y luego: no vota.
Pero eso no esta mal del todo, para ellos. Al fin y al cabo un voto es un voto. Sea por convicción o manipulación. De un intelectual o de un parásito. Por ideas...o porque el presidente es guapo. Para mantener al ciudadano pasivo, el desencanto es el precio que tienen que pagar, y a lo mejor no les importa.
Una persona, un voto.
Así hay más espacio para los interesados de verdad en la política, esos que viven, entre otros sitios, en Marbella.
Santi B.
5 comentarios
Violencia en las aulas -
Santi B. -
A Violencia en las aulas, me parece que tu comentario es al artículo de presentación de Kolocho. Aún así yo también pienso que los periodistas deben tener pies, pecho, y piernas. Y escriben lo que pueden y también lo que les dejan. Trabajar para alguien no te obliga a pensar como él ni a sólo pensar para él. Mantener los ojos abiertos no cuesta más que hacerse el tonto, y luego hasta disfrutas más de las vacaciones.
Un saludo
Violencia en las aulas -
Chico del siglo XXI -
Creo que uno de los problemas es que la gente vota a su candidato sin mirar qué le está ofreciendo o que le ha dado en el pasado, o cuánto dinero le ha robado.
Sin embargo, es cierto que mientras en Francia los jóvenes se lanzaban a la calle para evitar que les pusieran un contrato similar al que hay en España, en los mismos días, aquí los jóvenes se concentraban en los botellones masivos.
En España nos implicamos poco en cosas que sí importan.
¿Soluciones?
susana -