Esta semana ha tenido lugar el tradicional debate sobre el estado de la nación. Este evento es la representación más exacta de la clase de políticos que tenemos actualmente en el país. Durante dos días, nuestros representantes políticos se reúnen en el Congreso para debatir sobre los aspectos más importantes que conciernen al funcionamiento del Estado Español. Esto, que aparentemente podría ser muy interesante en este sistema democrático que tanto vanagloriamos en nuestro país, se convierte en una absoluta pantomima que, en mi opinión, no hace más que desgastar este sistema bipartidista en el que estamos viviendo.
Imagínense un inmenso teatro lleno de actores sentados cada uno en su butaca. Todo esto grabado por centenares de medios de comunicación. El director, en este caso Manuel Marín, grita “acción” e inmediatamente los actores (políticos) comienzan a interpretar. Todos tienen su papel muy bien aprendido y no caben prácticamente improvisaciones. Los dos personajes principales, Rodríguez Zapatero y Rajoy se dedican a pelear verbalmente por cualquier tema. Uno es el bueno y el otro es el malo.¿Pero quién es el bueno y quién el malo? Los personajes secundarios (parlamentarios de los otros grupos) están ahí, silenciosos, expectantes. Tienen su papel, unos más que otros, pero al fin y al cabo las cámaras, los elogios y las críticas se centran en los personajes principales.
Todo este juego del debate del estado de la nación se puede resumir en que para el PSOE España es un país perfecto, mucho mejor que hace tres años y que para el PP esto no es ni siquiera ya un país. Pues miren señores, muchos ciudadanos estamos hartos de que sus apariciones en los medios se reduzcan al insulto, a la ironía y al ataque frontal de un partido con otro. La política apenas existe en este país gracias a dirigentes como los que hay en la actualidad.
Los “debates” y los plenos se convierten en circos y patios de recreo como el que hemos vivido estos dos días. Mientras ellos se pelean nosotros esperamos soluciones a los problemas reales que nos afectan. Si el panorama esta así, ¿quién va a solucionar nuestros problemas?
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Santi -