La cultura del miedo

¿Se acuerdan de cuando hace algunos años, proliferaron en los informativos durante todo el invierno, las noticias de gente que había muerto en su casa asfixiada por el gas? “¡Una instalación de calefacción en mal estado puede matarle, buuuuu!”. En buena medida es cierto, todos los años hay muertes a domicilio por esta causa. Pero, ¿no fue curiosa la cantidad de noticias que proliferaron aquel año? ¿Por qué se puso de moda informar sobre esos acontecimientos?
La noticia de moda de esta temporada puede traer consecuencias mucho más nefastas que el miedo a la caldera de tu casa. La noticia de moda son los secuestros de niños. ¿Una inocente moda propiciada por la mascarada de la niña inglesa (no estoy autorizado para decir su nombre, ya que la empresa que han montado sus padres me cobraría derechos de autor)? En absoluto, siempre hay un interés oculto. Ya podemos ver a gente ignorante entrevistada por la calle que afirma sentir miedo porque es “consciente” de que están proliferando los secuestros de niños. La Conferencia Episcopal atribuye este aumento de secuestros a las sectas satánicas que necesitan víctimas para sus constantes sacrificios humanos. Otros lo atribuyen al mercado negro de órganos.
Sé que es una pregunta de la que abuso bastante, pero, ¿es que somos todos tontos? ¿Es que somos tontos o que pasa? No hay ninguna proliferación de secuestros de niños. Solo se ha asentado la imagen de que los hay. Todos los años hay desapariciones, todos los años hay asesinatos, todos los años hay secuestros… No ha aumentado significativa-mente el nivel para nada. Pero los medios de comunicación han creado la imagen de que si se están dando más casos que nunca. Antes no lo veían como algo relevante, pero ahora lo consideran carnaza informativa suficientemente morbosa.
Es por la cultura del miedo. Ya se han podido ver por televisión reportajes sobre chips para localizar a los niños en todo momento. Seguramente miles de padres imbéciles habrán acudido a empresas de seguridad privada para ver como pueden proteger a sus inocentes hijos de la vorágine secuestradora y asesina satánico-órganocontrabandista. No se si habrá mucha gente que ha ido a la iglesia a que bendigan a sus hijos para mantenerlos alejados del maligno, pero seguro que es la intención de la Conferencia Episcopal.
Esta técnica de control social no es en absoluto nueva. En Estados Unidos se lleva aplicando desde hace innumerables décadas. Sus instrumentos más útiles son la prensa sensacionalista, las habladurías, las leyendas urbanas, la ignorancia y la estupidez. Todo el que se sepa aprovechar puede montarse en el carro. Los partidos políticos y el estado pueden hacer que los ciudadanos renuncien a sus derechos voluntariamente creando estos miedos. Las empresas son capaces de colar en las viviendas de los buenos e inocentes trabajadores productos absolutamente inservibles. Los templos religiosos llenarse de feligreses atemorizados. Incluso Pedro, el cura del barrio, tener una buena mascarada para ocultar que es él quién abusa sexualmente de los hijos de los Martínez cada vez que van a catequesis.
Amiguitos y amiguitas, a quién más debéis temer es a los propios medios sensacionalistas y basura. No os fiéis de ellos. Mienten. Lo se porque formo parte de ellos. Mienten constantemente. Analizad las cosas dos veces antes de crearos una idea. Mirad si detrás de esa noticia no esta escondida la cultura del miedo.
Christo Kolocho
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